A menudo las personas no son conscientes del tremendo impacto que el lenguaje no verbal tiene en nuestras vidas. Cómo afecta a todo lo que hacemos. Cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con nuestro entorno. Por qué nuestro cuerpo siempre intentará comunicar aquello que realmente piensas, aquello que realmente sientes. Vaya o no de la mano de lo que dices, o de lo que quieres decir.

A continuación, comparto contigo 10 ejemplos de lenguaje no verbal que pueden ayudarte tanto a comunicar mejor cómo a comprender mejor el mundo y las personas que te rodean.

Haz contacto físico

La próxima vez que tengas que pedir un favor a alguien, pídeselo tocándole ligeramente el brazo. Varios estudios han demostrado que las personas mostramos mayor predisposición a hacer un favor si experimentamos contacto físico con quien nos lo pide. Asegúrate por supuesto de que el contacto físico con esa otra persona esté aceptado o normalizado.

Fíjate en los desvíos de mirada

Las personas siempre mostrarán rechazo o negatividad de manera inmediata por aquello que se lo genera de una manera muy simple: apartando la mirada. Es la primera reacción y la más incontrolable que llevamos a cabo cuando algo no nos gusta. Porque no siempre te será fácil saber esto por las expresiones faciales de tu interlocutor.

Una imagen vale más que mil palabras

Si puedes mostrar o presentar algo a través de imágenes, hazlo siempre que puedas. Nos impacta mucho más aquello que vemos que aquello que se nos cuenta a través de la comunicación verbal.

Steve Jobs solía presentar sus productos siempre así, y lograba que sus presentaciones perduraran en el recuerdo de las personas tras años y años. En 1999 utilizó un hullahop para decirnos que había llegado el primer portátil que se conectaba a internet sin cables. En 2005 sacó su ipod nano del bolsillo pequeño del pantalón para que viéramos qué pequeño era, y en 2008 utilizó un sobre para que viéramos qué delgado era el nuevo Macbook Air.

Labios sellados

Un gesto casi imposible de controlar y que a ti te será muy fácil ver en tu interlocutor es de labios sellados. Los apretamos o bien cuando estamos sintiendo algún tipo de negatividad o cuando decidimos, literalmente, mordernos la lengua y callar aquello que con gusto diríamos.

Sonrisas auténticas, sonrisas que no lo son tanto

Existen indicios para saber si alguien te está riendo de manera forzada, fingida o, como mínimo, no espontánea o natural. En una sonrisa de este tipo verás que los ojos apenas “sonríen”. Es decir, no se generan casi arrugas de expresión. Los pómulos tampoco suben, al igual que el labio superior. Todo esto sí que ocurre en una sonrisa auténtica, en una sonrisa que nace de una emoción real. También en este último caso la sonrisa se desvanece de manera paulatina. Y al contrario, de manera repentina y abrupta, cuando la sonrisa no es real.

Al igual que las sorpresas

Y, igual modo, también existen maneras de intuir si alguien nos está expresando sorpresa de una manera auténtica. La sorpresa es una emoción que se expresa de manera muy fugaz. En seguida se va y da paso a que expresemos la emoción que esa sorpresa nos ha generado (alegría, miedo, ira, etcétera).

Por ello, cuando una persona mantiene una expresión de sorpresa más allá de, más o menos, uno o dos segundos, suele ser porqué está exagerando su sorpresa (lo cual no quiere decir que no fuera auténtica en un principio) o la está directamente falseando. Esto no aplica a sorpresas que potencialmente pueden generar un estado de shock en quienes las sufren, con un posible congelamiento a nivel de expresión corporal.

Pies para que os quiero

Fíjate siempre en los pies de una persona para conocer su grado de interés por ti. De manera inconsciente las personas tendemos a orientarnos hacia aquello que nos genera un impacto positivo. Y evitamos hacerlo de aquello que nos genera un impacto negativo. Sin embargo, en ocasiones no dejamos que nuestro cuerpo se oriente como realmente deseamos. Por convencionalismo social, por educación o por lo que sea.

En casos como éstos, los pies casi siempre irán por libre y sí que se orientarán hacia un punto de interés positivo, más allá de lo que haga el cuerpo.

Abrir, cerrar

Los gestos de cierre son un gran indicador de que alguien está experimentando algún tipo de negatividad. Pero tienes que fijarte siempre en si alguien los lleva a cabo justo como reacción a algo que acaba de pasar. Ahí sí que suelen ser indicativos de que la persona muestra algún tipo de disconformidad con la que está viendo, escuchando, etcétera

El lenguaje del parpadeo

Existe todo un lenguaje en relación a nuestros parpadeos. Un ejemplo: las personas de manera no consciente solemos hacer parpadeos más lentos y más largos cuando sentimos que ya hemos escuchado suficiente. Es una manera de ir cortando el flujo de contacto visual con la otra persona, para que no se sienta tan cómoda para seguir hablándonos tranquilamente.

De andares

Y por último, ten siempre presenta qué comunica de ti tu manera de caminar. Las personas pueden hacerse una muy rápida primera impresión solo con verte caminar. Y sacar conclusiones, justas o no, que pueden tanto beneficiarte como perjudicarte. Pueden construirse una imagen sobre ti y concluir si eres o no resolutivo, eficaz o todo lo contrario.

Como siempre, intenta incorporar estas estrategias y tu herramientas a tu día a día de manera natural y progresiva, para que poco a poco vayas logrando utilizarlas de manera inconsciente, sin apenas reparar en ello.